jueves, 17 de marzo de 2011

De trabajos y de entregas

Y yo siempre tenía que estudiar en verano para rendir las materias Matemática infaltable y también Historia y mi papá que no me corrió con la alpargata como otras veces cuando me encontró bailando apretadito con Ricardo y yo iba a ir a la fiesta pero no iba a bailar porque nosotros estábamos de luto se había muerto la abuela Margarita y corrí y corrí pero al final me pegó una cachetada que todavía me arde en la mejilla derecha me acuerdo y mi mamá tejía apoyada en el tapial de la vereda mientras nosotros sacábamos huevitos de ranas en la cuneta y ella sonreía y mi papá me compraba nervigenol para antes de los exámenes porque se me cerraba la garganta de angustia y de miedo mirándole la cara a la de Historia y al resto del tribunal y también me daba glucolín energizante antes de zambullirme a sus marcas listo ya en la carrera de 100 metros crowl que siempre salía 2º porque Alicia tenía 13 y era más corpachona y después la medalla y nunca una copa y nena tocá la vidalita que vino el tío a visitarnos y Vi-da-li-tá, Vi-da-li-tá punteaba y me aburría enormemente aunque me gustaba tocar la vestido celeste todos la llaman y la teoría y el solfeo ¡uf! bostezaba entonces cuando me fui a estudiar vendí la guitarra con estuche y todo y entonces con la plata me compré una novela de Roa Bastos y otra de Rulfo y una entrada al cine club... otras veces no pagaba porque iba con Carlos de la distribuidora de películas o con Tony y nos colábamos sin pagar por la puerta de emergencia y después el debate interesante y las imágenes se corporizaban y los mensajes explícitos y los subliminales y... no trabajes mientras estás estudiando pero yo no hice caso y trabajé en una librería en horario contraturno a las cursadas y me compraba bijouterie o lencería y ... me acuerdo cuando trabajé junto al profe de natación como ayudante y le enseñé a los nenitos y me gané mi primer sueldo a los 14 años y llevaba el rollito de plata aprisionado en mi mano con una sonrisa de satisfacción y ganas de comprarme algún elemento de trabajo una malla azul para que haga juego con los ojos y... bueno, yo puedo, yo siempre puedo y no necesito ningún dios ni tótem para que me ayude y sólo yo y mi voluntad me van a permitir hacer lo que quiera y no esperar el maná del cielo y nada viene de arriba decía mi papá y la conciencia del trabajo laborare stanca decía Césare Pavese pero a mí no me cansa tanto... y tanto trabajé que prescindí de otras cosas lindas que me gustaban y el trabajo y la responsabilidad llegaron de la mano de los inmigrantes italianos y alemanes y me fueron coptando hasta sentir cuánto dejé de lado y lo que perdí y lo que me falta...

-El martes nos veremos a las 15 y me contarás, Silvia, esto del trabajo -me dijo
Y me fui pensando, pensando...

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