sábado, 26 de marzo de 2022

En un instante

 Por arrebatos de pasión,

nace un hijo no deseado.

Por un impulso asesino,

lo abandonan.

Por voracidad y ambiciones egoístas,

el milagro de la vida se parece a la culpa.

Por estropear la belleza,

se pisotea la dignidad.

Por abandonar las quimeras,

la brillantez se torna opaca.

En un instante,

el vivir se trastoca en el morir. 

martes, 8 de marzo de 2022

Humanimal

 Meseta árida y cuarteada.

Grietas, rescoldos, humaredas.

Osamentas y fuego.

Esqueletos deambulan sin su norte.

Entre las falanges, un espino y una bandera blanca.

Polvo macabro de las bestias.

Bombas y palomas vuelan despavoridas.

Grito de mujer. Vejación en banda.

Zombies en basural apuntan

con sus jeringas de muerte y

angustias anoréxicas.

Islas de plástico. Ballenas varadas.

Lagartijas desorientadas merodean

en el cauce seco de un río.

Chalupas desesperadas que buscan la costa.

Algunos llegan.

Autoflagelación. Aislamiento sin perdón.

Silencio de los sepulcros.

Devastación y naturalización.

Ultrajada humanidad. La vida gira en falso.

¿Y la vida que era antes?

¿Arte de la guerra pos sobrevivir?

Mundo nuevo. Nuevo orden, ¿para qué?

¿Renacerá la primavera de las cenizas? 



Marca Río

 

 

Nosotras, nueve amigas de Brasil, Argentina y Paraguay, que nos conocimos en las clases de italiano en Camerino, Italia, nos reencontramos en Río de Janeiro, “ciudade maravillosa”. Aunque casi todas somas señoras mayores, guardamos en el alma la niñez lejana y salimos a jugar y a divertirnos. Todas somos diferentes, pero el juego nos unifica.

-¡Copa…Copacabana! –brincamos y contorneamos las cinturas al ritmo zigzagueante de las veredas blanquinegras.

-¿Se dieron cuenta que los sonidos cariocas inspiran vigor y alegría?

-Sí, hasta las palabras tienen una sonoridad que provoca fiesta y bienestar.

-Porque Río “gosta de gente feliz”

-Les propongo un juego: nos paramos en aquella línea y saltamos por las curvas de las veredas, una por cada sílaba. Una por vez y nos vamos ubicando enfrente, allá. Empiezo. Una palabra que sugiera movimiento. Así:

-¡Ma-ra-ca-ná!- y llego a la línea.

-¡Cai-pi-ri-nha! –Se alinea la segunda.

-¡Ya-ca-ré-pa-guá! –Llega la tercera, comenzando más atrás, porque son cinco sílabas.

-¡Cor-co-va-do! –Los paseantes y vendedores ambulantes se detienen a observarnos.

-¡Pi-ra-ti-nin-ga! –La sexta y se prepara la séptima.

-¡Sam-bó-dro-mo! –Ya tenemos a muchos curiosos que aplauden y sacan fotos.

-¡Ga-ro-tas! –El aplauso es más cerrado ahora.

-¡Sau-da-de! –La última, que es una “minina” romántica, aporta esta palabra, que también tiene ritmo, al subir y bajar la voz seductora. Lo dice tan dulcemente, que provoca ternura. Comienzan los abrazos en una comunión de paz y amor por el prójimo. Para nosotras ese abrazo representa la hermandad latinoamericana. Las argentinas amamos el tango, porque tenemos un corazón nostálgico, como lo que se siente por la pérdida de un amor, así como los españoles, con el flamenco, expresan la tristeza por el dolor que da el desarraigo. Los paraguayos le cantan al amor con las dulces melodías que brotan del arpa.

Nos cansamos, y allá vamos, a un chapuzón en el mar. Unas toman agua de coco en un chiringuito de la playa.

Vamos ahora hacia el malecón Arpoador, donde está el Parque “Garota de Ipanema” y como no podía ser de otra manera, de repente, nos topamos con la escultura de Tom Jobin, con su guitarra al hombro y el bossa nova nos hace bailar al escuchar su música, desde un bar cercano.

No dudé, al ver a unos paseantes, argentinos o uruguayos, que tomaban mate. Me acerqué a saborear ese elixir verde y amargo, luego vino la foto, y fue Tom Jobin, quien nos unía como una prueba de fraternidad. Suena ahora “Un día de domingo”, es Gal Costa, que viene a acompañar el atardecer maravilloso que la naturaleza nos regala, y convoca al amor.

Ironías y paradojas

 

 

Dos situaciones que, aunque parezcan ficción, son reales, ambientadas en Bariloche. ¿Dos muestras más de la grieta? ¿Dos muestras más de temas polémicos de la historia argentina? ¿Habrá intención de esconder retazos de nuestra historia? Sin eufemismos, es literal.

El monumento a J. A. Roca, inaugurado en 1940 con proyecto de Ernesto de Estrada, el constructor del Centro Cívico. Su hijo, Gonzalo de Estrada, propone, con el aval de sobrinos y vecinos de la ciudad, la reubicación del monumento en otro sitio, a partir de los constantes escraches, pintadas y actos de vandalismo.

Por estos días, se implantó el árbol de Navidad encima del monumento, tapándolo. Historias, leyendas, controversias, ideologías encontradas.

La estatua de Juan M. de Rosas, “el restaurador de las leyes”, fue implantado en el Centro Cívico de Bariloche, sobre el entubado del “arroyo sin nombre”. No fue la influencia de la historia mitrista, fue el entubado que va hacia la costanera, donde se realiza el colector del sistema cloacal y hace tres años, cuando se realizaron trabajos de remodelación de la calle Mitre.

El pedestal y el busto del Restaurador, fueron literalmente tragados por la Tierra, desaparecieron. ¿Oficialismo y oposición? ¿Unitarios y federales?