sábado, 20 de noviembre de 2021

Jirones y rastros

 

 

 

Girar y girar

las mismas vueltas,

las siempre vueltas.

Las huellas del silencio

andan por ahí desgarrando

sonrisas, tristezas, venturas

y quedan rastros

de la insulsa duermevela.

Antes descorría las cortinas del sarcasmo,

sostenía la mirada como amonestando

con la insolencia de una bofetada.

Hoy, las arrugas de la nostalgia

me ven como un pájaro enjaulado

por las rejas del dolor,

así como se oxida al viento

la manzana mordida.

Hay silencios que queman

cuando saco de la hibernación

al maltrecho corazón.

Quiero abrir la celda de la monotonía

y volar, pero sólo camino sin sueños.

Entonces, se dibuja una pieza teatral de enredos,

donde los sibaritas degustan

la ensalada de ira, miedo, culpas y vergüenzas.

Con paciencia y tiempo,

la vida se cuece a fuego lento.

Arranco jirones de esta piel antigua.

Mi gato se agazapa en más silencios.

Sin rencor y con libertad

 

 

El encierro es como una mortaja en una película en blanco y negro. La nostalgia, los desencuentros en una ciénaga, se parecen a las alimañas nocturnas que arrastran a sus víctimas, hasta lóbregas madrigueras.

Atreverse a ingresar en una caverna oscura con una antorcha en la mano el iluminar su interior es descubrir el amor y el odio, las utopías, las locuras, las esperanzas y las desdichas, los destellos y las sombras, la muerte y la vida.  Y osar, al fin, a mirarla sin rencor y con libertad.

Dos estilos. Dos actitudes

 

 

Ante circunstancias similares, como una separación, las mujeres tomamos posturas diferentes, que se ven reflejadas en nuestros actos, a primera vista.

La apuesta es descubrir una y otra, según las siguientes citas:

-Bajo un manto de niebla saborea los cielos.

-Untarse con caricias de vainilla.

-Dar pasos de barro en la oscuridad que gotea entre la nada.

-Se van evaporando los sueños de caramelo y chocolate.

-Erótica fluidez en clave de sol.

-Trueque entre vuelos y ausencias.

-Los verbos son profecías.

-Un Pitágoras sin teorema.

-Cada día canaliza varios sigilos.

-Cuerpos de barro y mieles.

-¿Quién se atreverá a desafiar la sed del desierto y curar mi ceguera de soles?

-Soledad melancólica hasta la médula.

-Celebra el estallido absoluto del alba.

-Suaves rasos ya son olvido.

-Memorias sonámbulas deambulan entre libretos pasados.

-El esqueleto es intemperie en el otoño.

-Escuchar los sonidos del corazón, el palpitar de la sangre, la certeza de las emociones que, al final, son la única verdad.

-Mantras analgésicos. Crujen los fantasmas. Aromáticos insomnios.

-Cronos se deshoja sobre tu pecho quieto.

-Vos, huyendo entre las coincidencias.

-Dejar que la noche negra despliegue toda su bravura, hasta que se desgaste en abrazos.

 

¿Se animan, lectores?

Como un péndulo

 

 

La vida, en su vaivén, nos devuelve casi todo lo que nos arrebata, o nos acondiciona los desbalances que nos atormentan.

Solía acompañarlo en esas excursiones de caza fotográfica, hasta que la intromisión de los ajenos, hizo que nos alejáramos.

Recuerdo algunas de sus obras.

En el ocaso, en primer plano, un cardo oscurecido y detrás, el campo arrasado.

En un cuartucho de baño, detrás de los cristales sucios, amanece. Hay ropas remojándose en la palangana y medias y calzoncillos colgados de un cordel.

Un bandido aplastado junto al vano de una puerta ve alejarse a los policías. En la siguiente secuencia: Salta la balaustrada, frena un poco, y se acomoda detrás de las orejas las crenchas grasientas que caen sobre sus sienes.

El atelier de un artista. Tarros, pinceles, cuadros a medio resolver, una cama deshecha, una mancha de humedad y un cenicero repleto de colillas.

En la gran cama de respaldo de hierro, asoma el enorme cuerpo de la madama. Sobre la almohada, la cara despintada deja ver las bolsas y las arrugas, debajo de un flequillo negro.

En secuencia de imágenes, la silueta de la misma mujer joven en luces, en sombras, de día, de noche, desperezándose, enfadada, reconciliándose, gimiendo, riendo…

Supe al instante una verdad incontrastable. Y comprendí todo.