martes, 26 de abril de 2011

Introspecciones III

Miraba por la ventana mientras caía la nieve suave como plumitas y me acordé de mi perra Milonga retozando con todos sus novios amagando saltando mordiéndose y destrozando la blanca alfombra pura y virgen ella coquetea con todos pero ellos quieren sólo eso por eso el que más le gusta es el mestizo marrón blanco y negro de ojos celestes casi blancos porque es el único que no quiere sólo eso y siempre le hace l aguardia Ay!a mí también me pasaba que querían sólo eso como el bañero de la playa de Guadalupe profesor de educación física de mi hermanito y yo entonces me iba con Tony al cine club y después él se iba a correr la carrera de moto-cross o la Tecnológica pero las pelis eran para pensar mucho y emocionarse otras veces iba gratis a la presentación de las pelis de acción y romance que llevaba la distribuidora de Carlos Rey que no era un rey ni un emperador ni un príncipe azul era tan feooo pero mejor le hacía caso a mi papá y salía con Julio el hijo de su amigo que estudiaba en la escuela militar de Córdoba y después iba a la Antártida para jubilarse joven decía y para enfriarse pensaba yo y dije no mi ideología combativa no me lo permitiría y mi papá y su amigo se enojaron mucho no tanto Julio ¡Ay! mal de amores con perdón de la Mastreta y la Restrepo perdón por la cacofonía mucho tr tr trr y yo no accedía a las seducciones de mi compañerito de la primaria y del secundario casi digo sí durante el viaje de egresados pero era muy aburrido porque nos conocíamos tanto hasta que en el pub en Bariloche mejor me enredé en la ronda de la cumbia con Martín que me agarraba de la cintura y yo con mi pollerita colorá al tono con la remerita de amapolas rojas los Wawancó y cómo bailaba con los Creadence Moliiiina Moliiiina y le dije no al compañerito y le di mi dirección al otro porque era más divertido tener que develar el misterio de la vida de Martín que me dijo que vivía en un campamento de gitanos la abundante barba negra y ojos amarronados diferentes a todos los rubiecitos gringos de mi pueblo de ojos azules que tanto conocía y después de cinco años de romance le dije sí y yo sería su esposa durante treinta y tres cuántos años y otra vez cuando salía recién bañadita cara lavada con mis pantalones y camisa calipso esas mañanita en Sevilla caminaba por la calle de los naranjos en el barrio de Santa Cruz cuando al doblar en la esquina me topé con Miguel Angel de la Universidad Complutense de Madrid y yo de la Universidad Nacional del Litoral de Argentina y ¡Ay! el aroma de los azahares y déjame verte qué lindos ojos y me tomó por los hombros y me zampó un beso que me derritió en ese mediodía de 36º grados mientras pasaban los carruajes enjaezados y las sevillanas Olé con sus peinetones y la calle Santa María La Blanca y yo qué impertinente este gallego pensé y me tengo que ir y corrí y corrí hasta que cuando me di vuelta en la Avenida Menéndez y Pelayo no lo vi más no me correspondía porque mi marido allá en Argentina sufría un mal incurable... una vez también en Chicago cuando me presentaron a Leo yanqui de Cincinatti que me pasaba a buscar por el Lincoln Park en Lake Shore Drive para mostrarme la ciudad y comprarme alfajores de maizena y dulce de leche para que no extrañe y además donnas mientras pasábamos por el barrio gay con banderitas y luces roja naranja amarillo verde azul y violeta y subimos al Sears Tower me señaló allá en el piso 12 vivo yo sugestivo y yo me hice la distraida y le di la espalda para mirar el lago Michigan porque él también seguro que quería solamente eso y después nos fuimos al barrio vietnamita y allá bajo ese puente se filmó Los intocables y... otra vez cuando iba desde Alicante a Barcelona la luna espectral en la noche blanca el tanito Luiggi que trabajaba en fábrica de papinis a Nápoli me dijo que estaba de vacaciones y me parlaba cerquita al oído desde el asiento de al lado y yo accedí a que me acompañara y acarree el largo bolso portaesquíes hasta el albergue de Plaza Catalunya y luego adío Luiggi adío ragazza me dijo y siempre el respeto por la famiglia y Martín que estaba al otro lado del océano extrañándome sufriendo  y los ancestros filibusteros de Holanda o las valkirias y las divinidades germánicas anunciando lo previsible, pronto...

-Hoy has hablado de amores y males de amor, Silvia. Nos veremos el próximo mes. Se la ve muy bien ahora -dijo el psiquiatra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gustaría conocer sus opiniones, percepciones y comentarios de las páginas de mi blog.