Ya no vemos a la Olivia pequeña que se escondía debajo de la
mesa para huir de los curiosos. Hoy es una mujer nueva y altiva, con la
prepotencia que le da la seguridad y la experiencia.
Se sube a la mesa para descubrirse frente al espejo grande.
-Tengo que arreglarme el pelo –dice. No hay peluquerías
abiertas, por la cuarentena, así que las tijeras urgentes van modelando una
melena a lo Edith Piaff. Cuando una mujer quiere dar vuelta la página, suele
cambiar su aspecto o renovar su vestuario. “No me arrepiento de nada”, dice la
canción que está escuchando. Igualmente, ella agradece el bien que le han hecho
y al mal lo olvida “Todo está pagado, barrido”.
Rebusca en el baúl de los recuerdos y se ve en la foto con un
vestido hindú y muchos collares, aros y pulseras.
-¿Dónde estará todo eso? Se mira las manos, ajadas, pero sus
dedos ya no están pegados al teclado de la rutina laboral, rejuvenecen con
lentitud, y le crecen alas.
Mira sus pies empantuflados que suavemente se transforman en
fuertes borceguíes. Es que hay que tener los pies en la tierra y el alma,
volando. ¿Para escalar montañas y ver lo que hay del otro lado? ¿Para pisar el
pasado de angustias? En las plantas le
crecen rueditas, como las que van adosadas a las valijas. En una mano con alas,
lleva aprisionado un ticket de avión… Ya vendrán mejores momentos.
-Me voy a poner fuerte y bajar estos kilos de más. ¡A nadar!
Se observa y sonríe satisfecha. Está lista. Este presente,
como inercia, la empuja hacia un futuro imprevisible, como a ella le gusta. Los
desafíos no la asustan más.
Hace un retrato a mano alzada de su imagen actual y describe,
para su terapeuta, la nueva mujer que es hoy. Regordeta, de cintura ancha y
caderas portentosas, luce una melenita negra con flequillo. Viste ropas sueltas
adornadas con recargada bijouterie; lleva unos zapatones con rueditas; a su lado,
una maleta de viaje y en una mano, un poema.
-Has hecho un proceso de revalorización de tu persona.
Admirable tu alta autoestima actual. Felicitaciones, Olivia. Estimo que pueda
darte el alta.
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