lunes, 24 de julio de 2023

Sí quiero sí

 

Siempre peregrinando, rumbo a la Provincia de Cádiz, en Andalucía, no puede perderse el andariego, la oportunidad de llegar al Peñón de Gibraltar.

Y Gibraltar cuando era chica y donde yo era Flor de la Montaña sí me puse la rosa en el cabello como hacían las chicas andaluzas… y cómo me besó bajo la pared morisca… y luego le pedí con los ojos y me preguntó si yo quería sí… y yo primero lo rodeé con mis brazos sí y lo atraje hacia mí para que pudiera sentir mis senos todo perfume sí y su corazón golpeaba loco y sí yo dije sí quiero sí. (Fragmento del monólogo de Molly Bloom en Ulises de James Joyce.

Estas imágenes me impulsaban a llegar a la cumbre en lo alto de la roca, donde se puede ver el norte de África y Marruecos, así como la confluencia de las aguas del Mediterráneo con el Océano Atlántico.

Llegamos a Línea Concepción, en la Bahía de Algeciras, donde viven los linenses. Como siempre es bueno investigar un poco de la historia, supimos que, a través del Tratado de Utrech, en 1713, España cedió al Reino Unido todo el peñón, puerto, defensas y fortalezas.

-Hasta recién, me eché un zorrito (siesta) – nos cuenta la camarera española de un local en Main Street. -Verán allá, el Fuerte de Santa Bárbara, y allá, el Fuerte de San Felipe.

-¿Vivís aquí en forma permanente?

-No, todos los días venimos a trabajar. Del otro lado, estamos de paro, y acá se gana muy bien, así que al anochecer volvemos muchos a casita.

-Ahora más repuestos con el café y las cakes, nos vamos a la aventura.

-Deben tomar el cable carril. Tienen que ver a los monos macacos en roca superior.

Allá llegamos, junto a los monos, dueños del lugar, que están como domesticados por el continuo contacto con los visitantes. Se rascan parsimonia y nos observan atentamente, esperando que les arrojen alimento, una banana, o galletitas, pero está prohibido.

Desde la plataforma vidriada de observación hoy no alcanzamos a ver África, está muy nublado. Sí vimos las columnas de Hércules, las fortificaciones medievales en el Castillo de los Moros y desde lejos, los túneles del Gran Asedio, cuando en el siglo XVIII, las fuerzas españolas y francesas intentaron recuperar Gibraltar de los británicos. Hoy es otro cantar.

Así que no dije sí quiero, y regresamos.

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