domingo, 27 de mayo de 2018

En el umbral

Nieva con la suavidad de un invierno en el silencio inmaculado. Hibernan. Hibernamos. Es un lapsus de la vida que duerme en la planicie blanca y quieta.
Por arriba, los copos sutiles van tapando todas las miserias, todas las vergüenzas, todas las angustias, mientras un sol tenue abrillanta la lisura.
Por abajo, los gusanos cavan vericuetos escondidos; las hormigas protegen su comida, que no es maná. Las cigarras y los grillos se han callado de grave afonía. No se oye el ruido interior de la tierra; las raíces crecen y se afirman con sigilo.
Y así, en el instante preciso, siento un temblor imperceptible en el umbral vivo de la revelación. Ahí veo al tulipán asomando su cabecita curiosa y muda. Es una flor sola con su sangre roja, que anuncia la vida y sorprende, como asombra la belleza de una obra de arte, como si fuera el despertar de un sueño prístino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gustaría conocer sus opiniones, percepciones y comentarios de las páginas de mi blog.