jueves, 3 de agosto de 2017

Una serpiente se confiesa

El encantador de serpientes ahora se dispone a escuchar, como le exige su trabajo. Él casi nunca habla, sólo actúa. Ella sí habla, porque si no lo hace, explota de la peor manera en el momento más inoportuno.
Por aquellos días me dejaba arrullar por tu encanto seductor, sabiendo que no debía involucrarme emocionalmente, que tenías a tu esposa a quien amas infinitamente, y a tus hijas. La amistas es una bella relación, pero cuando intervienen otros ingredientes, surgen celos, no por la familia, sino porque sé que todo ese amor no te alcanza. "Soy hombre". "Soy libre", dices. Te sabes hermoso y no eres capaz de decir que no ante las propuestas femeninas. Me cuentas "Hoy me escribió X, y me parece que está coqueteando"... ¿Por què lo haces? "Eres imprudente" me dices. Lo cierto es que me dije,, "Deberé probar qué se siente al tener sexo con un hombre más joven e inteligente, durante brevísimos días". Sólo eso. "Total, me la banco. Soy libre también yo, veremos".
Y no te alcanzó. Seguramente te sentiste agobiado por tantas atenciones, deseaste la libertar y aceptaste probar otros cuerpos. Un sibarita de la vida. Sentí celos y me arrepentí por haberte acompañado. Te había dicho que viajes solo, si es que planeabas otros encuentros. ¿Te acordás? Me sentí abandonada, antes de que el reloj apure las horas de la despedida. Luego vinieron los versos otoñales y nuestas sillas cubiertas de hojas y dijiste claramente lo que supe... "ya no volverás"
Ya desembuché y me siento aliviada. No te acuso, no confundas. Prometo firmemente no tocar más ese tema. Sé que no hablarás. Lo tuyo es escuchar. Lo mío es escribir. Y seguiré enviándote mis textos literarios (no más confesiones) Me gusta recibir tus comentarios, lo mismo a mí, comentar los tuyos. Licenciado, no quiero recibir su diagnóstico. Te deseo que sigas caminando lleno de plenitud, que te sigan sucediendo "cosas extrañas", porque te hacen feliz. No es para menos, estás teniendo éxitos profesionales y sociales y por la salud, has omprendido el mal que le hacías a los tuyos y has abandonado esa vida sórdida que llevabas y hoy escribes haikus. Y yo también:

Encuentro
Como el árbol y el río,
naturalemente intenso,
breve como un haikus. 

-Ya pe, causita. Chauuuuu!

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