sábado, 9 de enero de 2021

EL CONTORSIONISTA II

 

 

Su narcisimo era tal, que no se miró más en el espejo, así que, patas para arriba, en vertical vio el mundo al revés. Los espectadores aplaudían. Una falla de coordinación. Un ruido de huesos y lágrimas de dolor, lo derrumbaron. El público calló de estupor. Un charquito de lágrimas ya se estaba tiñendo de rojo.

 

Cuando se aburrió de mirarse el ombligo, hizo una torsión en puente, para ver la realidad desde otra perspectiva. Caminó hacia un lado y otro de la grieta, hasta que se cansó y cayó al abismo. No lo vimos más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gustaría conocer sus opiniones, percepciones y comentarios de las páginas de mi blog.