ETHERLINE
Mamushka la apodaron y qué bien le queda ese nombre con la plasticidad de
la ternura de una gota de rocío en las mañanas de invierno. ¡Tan menuda, pero
tan grande en su nobleza! Porque ella es una madre que alberga en su interior
tantas otras mamushkas, como las que abraza con su corazón tierno de unión y
calor de hogar, al percibir los perfumes silvestres que trae el viento árido de
la estepa y la brisa de los valles.
Ella es puro brillo con esa mirada protectora y dulce que invita a
confidencias, con esa sonrisa amplia y prometedora que hace surgir las
esperanzas como también desnudar las desdichas. Da consejos de ser a ser, de
poeta a poeta, como el agua transparente que fluye y espuma un poco en su
cauce.
Ella tiene la dureza de una geoda, que al resquebrajarse, muestra toda la
belleza de las cristalizaciones de roca. Como el cristal traslúcido es, sin
embargo, frágil y vulnerable, que puede, en un instante, cuartearse con apenas
un roce de alas de mariposa. Así surge la poesía de su alma sensible y es
guerrera de la palabra.
Cito: Solo unge el quejido en la laguna reseca y desolada… Los lobos
feroces buscan más caperucitas… Sin permiso, la hiena acecha… Un pedófilo anda
suelto … violó el secreto de la inocencia…Hasta que llega a un canto de
esperanza que sale de sus entrañas para construir diques renovados. Nos ha
nacido una mujer nueva, dice.
Como una madre salvaje que defiende a sus cachorros, despliega sus versos
para hacer volar los peluquines de los funcionarios, el maquillaje de los
jueces y la cosmética de los discursos. Y sigue su trayectoria sin prisa,
degusta el día en mínimos pasos; bebe el vino en traguitos lentos, vibra como
siempre, ante el asombro, defiende las cumbres alcanzadas, sabe de sus siembras
y sus recompensas e iza la bandera de los sueños.
Así la vemos, bailando su propia danza, perdonando y olvidando olvidos,
firme en su caminata, allá sigue andando Etherline. Nos regala todo su amor y
lo agradecemos, como se reconoce a una madre, Mamushka.